Es en estas fechas que recordamos a nuestros seres queridos que han partido a una vida distinta, hacia algo desconocido, incierto, ignoto. Han pasado el tiempo y éste no perdona: tus actos han tenido sus consecuencias. Aquello que destruiste se ha vuelto a edificar, o tal vez pereció para la eternidad. Y si ha sido el segundo, existirá en ti un sentimiento de culpa, un arrepentimiento que, por muy pequeño que sea, causará estruendos en tu ser.
Vida debería ser sinónimo de incertidumbre, al menos en el apartado sentimental que nos concierne de ambas partes. A pesar de la situación, existirán señales que te guiarán hacia aquello que has sido destinado. Ese arrepentimiento dentro de ti, una interpretación de tu cuerpo, que te dice que has errado, y ansias corregir; aunque muy probablemente ya no hay modo de hacerlo.
Da, y recibirás
Si destruiste, te tocará ser destruido en algún punto del camino. Si construiste, alguien construirá en ti. Y qué mejor que guiar, ayudar a alguien más. Existirá entonces algo con la capacidad de encaminarte, de dirigirte.
Cuando el camino se acabe, y debas partir hacia lo incierto, alguien se acordará de ti. Serás guiado hacia aquello que sembraste a lo largo del sendero que llamaste vida. Entonces aparecerá frente a ti una flor, de intenso color. Es la flor de Cempasúchil, ancestral flor. Utilizada desde épocas prehispánicas para orientar a nuestros seres ya fallecidos en el camino que deben partir.
Ha sido un deleite ver estas flores en grandes porciones. Tomar mi cámara y darme cuenta que la belleza de este efímero lugar es algo que quería preservar en un momento más. Espero que la imagen sea de tu agrado.
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Ambigüedad en mis palabras
De algo estoy seguro, soy un ser equívoco. Pero escribo un poco de lo que siento y lo transmito hacia ti. Para que veas la imagen, reflexiones y cambies tu vida en aquello que necesita un giro. Te invito a que nos dejes un pensamiento aquí abajo, que nos llena de regocijo leerlos. Y si es posible, pásate por mi Instagram, donde subo más momentos como este. Un abrazo fuerte desde México.
2 respuestas
Que bonito
¡Muchas gracias!