La noche, un momento mágico del día. Pareciera que el mundo es completamente distinto de noche, las cosas cambian; nuestros pensamientos también cambian. Algunas veces reflexionamos sobre nuestro día, lo que fue y lo que pudo haber sido; de cualquier modo ese día pasó, y no podemos regresar el tiempo y corregirlo. Nos toca seguir viviendo.
Salir por la noche, en medio de la oscuridad y levantar la mirada. Observar las estrellas, pequeños puntos de luz y, entre ellas, la luna. Una magnífica roca, nuestro satélite natural. Interesante es salir cada día y observarla distinta por la fase en la que se encuentra. Momentos en que está completamente llena, y otros en que una pequeña fracción es visible y refleja la intensa luz del sol.
Levantar la mirada, en medio de la oscuridad
Muy bello, ¿no? Ver hacia el cielo, y pensar en la inmensidad del universo. Tomarte un respiro, ver que tus problemas tienen solución y, que aquello malo que te ocurrió, mañana te fortalecerá. La vida es intensamente impredecible y por esto es que el miedo termina cegándonos de aquello que nos hace bien. Sentimos que vamos hacia el camino correcto, pero la persuasiva oscuridad termina dejándote acorralado, sin salida. Solo observa la luna, su inmensidad. Ésta solo refleja entre el 3% y 12% de la luz solar que recibe, y aún así, nos ilumina con fulgor.
Este momento nocturno lo capturé en un puente de cruce peatonal. Estaba bastante nublado y creí que no podría capturar a la luna, pero lo logré. Claro, salí en compañía de mis amigos, quienes también dejan sus líneas en este blog. La tranquilidad de la noche y el salir a capturar momentos me llenó de regocijo, te sientes completo. Todas esas ideas y problemas que en mi mente resuenan con gran estruendo todos los días, se apaciguaron. Se convirtieron en la mejor versión de mí.
Una mejor versión de ti
Una persona que intenta disfrutar de la forzada cotidianidad de la época, a la vez que pretende escapar de ella. Intentar no desanimarse y continuar en este camino que llamamos vida es lo mejor; claro, siempre dando la mejor versión de sí. Que el mundo vea quién eres y hasta dónde puedes llegar; más allá de las distancias, del tiempo.
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Finalmente, agradezco que hayas regalado tu tiempo a este texto, que acompañado de la imagen, representan lo que soy. Si eres un nuevo visitante, te invito a que nos sigas a través de redes sociales, te dejo mi Instagram; también déjanos un pensamiento aquí abajo, que es nuestro alimento, motivación para seguir compartiendo momentos. Un fuerte abrazo.