Una vida (extra)ordinaria feliz

En el proceso de vida es ley meditar sobre qué será de nosotros en un futuro, ¿A que me dedicaré? ¿de que viviré? ¿dónde viviré? ¿quién seré? Entre un mar de preguntas cada vez más complejas y sin duda no hay una respuesta clara en su totalidad, pues hablamos de cuestionamientos hacia futuro que nos es imposible saber con certeza; sin embargo ¿por qué nos hacemos estas preguntas?

Últimamente en esta actualidad considero que hay un problema en la sociedad, no me meteré en orígenes, pero creo que el hecho de que la misma «socialité» esté cada vez más presente en la vida cotidiana de cada uno de nosotros, en medios, redes y en todo lo que veamos llámese Elon Musk, Bill Gates o Kim Kardashian. El tener tan presente y restregado este tipo de logros nos hace creer que llegar a ser uno de ellos es sinónimo de éxito, de realización o de vida plena, y yo considero que ahí esta el problema.  

Las películas, televisión y lo que vemos a nuestro alrededor enaltecen el celebritismo, y cuando una persona se encuentra en el agujero del «entre lo que se espera de ti y lo que verdaderamente eres» o entre la expectativa y la realidad, esa persona entra en una crisis de un gran tamaño; ya que los medios, la sociedad en sí espera que te conviertas en el próximo Bill Gates o en el próximo emprendedor visionario. Pero todo esto en lugar de ayudar, perjudica ya que sataniza la aspiración a una normalidad común y corriente, lo cual no es para nada malo.  

Palmeras a orilla del mar.
Palmeras a orilla del mar en blanco y negro.

Los prejuicios de la sociedad

Toda esta problemática nos lleva a nosotros individuos a problemas como crisis, depresión, entre otros; ya que si tú, estudiante no logras ser lo que la sociedad espera de ti te derrotas y crees que el problema radica en ti. Pero no es así, estás en esta vida para ti, para darte gusto a ti, para salir adelante tú, solamente TÚ; no tu vecino, no tu maestro, no nadie más.

Lo importante aquí es que tú te sientas feliz con tu forma de vivir, con tu trabajo, tus metas, tus sueños y todo aquello que te haga feliz por más mínimo que sea, no debes rendirle cuentas a nadie.

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Robertch

Comparto mi mirada en compañía de mi filosofía de vida.

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