Continúa hablando así, parloteando como siempre, creyendo en ese orgullo tuyo del que jamás te liberarás. Tu capricho me ha traído hasta aquí, y hoy encontré el anhelo de mis pesares, pero lejos de tus vicios.
Preteriste de mis atenciones, olvidar no es aprender, es desconocer.
La historia para ti se repite, para mí, comienza algo nuevo; esa palabra tan llena de significados, todas tus reminiscencias, carecen de valor.
Sigo como vagabundo valeroso, pero ahora paseo tranquilo.