Aún divago sobre si escribir aquello que tanto anhelo decir, que con fuerzas deseo hacer. Tal vez ahora no es mi momento, y aquí ya no es mi lugar.
Me mantengo presente, abrumado por la falsa promesa de la vida. No me queda más que tomar los buenos tiempos, preservar los malos y retirarme de este camino que hoy, no es el correcto. No puedo creer lo complicado que es el desapego al dolor.
Continúo solitario, apartado de los contratiempos, inquiriendo la paz que existe en mí. No más resignaciones, no más sacrificios.
Un comentario
Muy breve, pero interesante reflexión. Parece que ahora todo invita a la tristeza, pero seguro que llega ese momento que ansías. Un saludo.