Sueño despierto, continúo buscando hasta donde el sol emerge. Estoy ya muy cansado, he perdido mi camino y no quiero vivir, siempre así. Todo es muy extraño.
La inquietud en mi corazón mantiene el fulgor de una mente que desvaría apenas y piensa. Qué deleite ahogarme en la marea de mis delirios, golpeando con fuerza mi ser. No me asombra, no hay nada que extrañar, excepto a ti.
Todo lo extraño. Sentir la brisa del regocijo en esos lugares que añoro con creces, las personas que encomendaron en mí un legado, los momentos que dejaron marca perpetua. Aún sueño despierto, continúo buscando. Qué extraño, es que te extraño.