Sabes bien que no debía ser así; lo que bien comienza, bien tendría que culminar. Aquella ilusión en mis ojos no existe más; aún conservo las heridas, todavía duelen.
Me encuentro vagando en un camino que no es el mío. Esta vida no está a mi medida, he olvidado mi esencia, jamás comprenderás.
Cada día que pasa, levantarse es un suplicio que duele más y más. ¿Para qué vivir en vano? Pongámosle fin a esto.
Así debía ser, comienza bien, y culmina mal. Una nueva ilusión en mis ojos, la última. Las heridas ya no duelen, no volveré a sentir nunca más.