Vivimos tan apurados en ser lo que otros esperan, que olvidamos cómo se siente ser uno mismo. No es fácil ser tú mismo, y para eso es necesario cambiar. Nadie nos prepara para el cambio, nos acostumbramos a nuestra cotidianidad, a la rutina. Y pensamos que la vida solo es eso, que ya no hay más.
A veces es necesario observar desde fuera, ampliar el panorama y darse cuenta de lo mucho que nos estamos perdiendo por perdernos a nosotros mismos.
Me estoy forzando a retomar mi vida, a recuperar el sentimiento al tomar una foto. Sin importarme el clima, el lugar, la hora, disfrutar el camino y hacerlo más ameno. Es difícil para mí intentar volver a sentir algo después de no sentir por mucho tiempo, pero me estoy dando una oportunidad.

Desde lo alto, la cruz del Cerro de San Pedro no solo observa Apan. También guarda lo que hemos vivido, lo que dejamos atrás y lo que aún tememos enfrentar. Me gusta pensar que también me cuida a mí, en este intento por volver a vivir.
No sé si lo lograré pronto, pero he comenzado a buscarme. Esta foto es solo el segundo paso.
2 respuestas
Y te encontrarás!! Después de mucho tiempo de no sentir nada, pensamos que ya nunca más volveremos a latir pero si, te digo que se puede. Ánimo. Encontrarte aquí ya es un paso importante. Un abrazo
Este comentario es mio jajaja. Abrí la entrada desde el correo y se registró como anónimo. Pero soy yo jajaja. Un abrazo