Iniciando vacaciones de Semana Santa, me aventuré a conocer el nevado de Toluca. Había escuchado hablar mucho sobre él. Pero sinceramente al momento de conocerlo en persona, me percaté de que es mucho mejor verlo en vivo que solo en fotos. Te presento «En lo más alto del mundo»
A 4 horas de donde vivo, un camino largo sin duda alguna, pero vale la pena la espera. Al llegar ahí todo el contexto al que estás acostumbrado cambia totalmente. La naturaleza toma el papel principal al rodear las carreteras de árboles verdes, enormes y majestuosos. El olor a naturaleza se impregna en ti de tan solo entrar en la zona.
Empezando la travesía hacia el volcán tuve que caminar un largo camino, muy complicado para ser sincero. Si mis cálculos no me fallan fueron unos 20 minutos hasta llegar a la zona donde logre tomar la fotografía. Gozaba de una vista majestuosa, un silencio tranquilizador a lo mucho el sonido del viento.
El silencio era tanto, que al parar a descansar podías escuchar el latir del corazón. Algo estremecedor pero tranquilizante a la vez, algo que no podrías encontrar en otro sitio o eso pienso yo.
Es una experiencia increíble, cansada y tal vez difícil, pero vale cada esfuerzo. Las vistas son majestuosas, el aire puro, la calma increíble y la vibra que emana del lugar es gratificante. Recomiendo ampliamente el lugar. Ir con amigos, familia o pareja es aún mejor, puedes acampar incluso ahí mismo. Eso sí, llévate una buena chamarra porque en un momento hace calor y de la nada un aire frio traicionero. De igual forma un calzado adecuado y cómodo, pues los caminos no son muy seguros, fácilmente puedes resbalar o caer incluso. ¡Estaba en lo más alto del mundo!
Espero la fotografía les agrade, es la primera de muchas que estoy por traer. Con esto les deseo unas muy felices vacaciones. 😊
Si te agrada lo que hago te invito a mi instagram donde subo mas contenido 😊. Así mismo, te invito a visitar mis dos últimas publicaciones: El maravilloso color verde de Oaxaca y La magia de los patrones.