Un lugar diferente al cual voltear

En esta temporada de contingencia me es algo complicado manejar mi pasatiempo de la fotografía con normalidad, pues no es que pueda salir a trabajar como acostumbraba a hacer. Me encontraba desesperado por eso, sin embargo, siempre hay una solución. ¿Cuál fue? simple, mirar hacia el horizonte y un poco más arriba de lo usual, contemplando así un paisaje al que poco había prestado atención.

Últimamente han acontecido atardeceres maravillosos, llenos de colores y ricos en belleza, desde dorados, azules y hasta morados intensos. Si has leído mis post anteriores, en especifico La incertidumbre de tu destino (de no ser así te invito a leerlo) te podrás dar cuenta que los colores antes mencionados son los mismos que en esa fotografía y aquí es donde viene la magia.

Al capturar un montón de fotografías del cielo aquí en mi pueblo natal Nopaltepec, Edo. de México y al ver esa fotografía de hace meses capturada en Mérida, Yucatán, me asombré al notar que tanto el cielo de aquí como el de allá tenían exactamente las mismas tonalidades. Esto a mí me maravilló, pues recalca mi idea de que el cielo es el más grande lienzo de la naturaleza.

Gradiente atardecer en Nopaltepec.
Gradiente atardecer en Nopaltepec. El sol se vislumbra a lo lejos ocultándose entre las montañas.

La importancia de mirar hacia arriba

Relacionado con lo anterior escrito sobre los colores del cielo, siempre he pensado que detenernos unos minutos de vez en cuando y mirar hacia arriba es de suma importancia. Pues el cielo aquí como en España o en Japón es el mismo; los mismos colores, consistencia y forma de las nubes. Y esto, al ser lo mismo, quiere decir que no importa en donde estemos situados. Aquí va un ejemplo:

Cuando dos seres amados están separados por la distancia siempre pueden mirar al cielo. Ya sea de día o de noche, pues estarán viendo algo que está conectado y es lo mismo en cualquier lugar. Y sí, tal vez es cursi, pero eso para mí puede significar estar conectados con nuestros seres queridos y no sé, al interpretarlo de esa manera puede hacernos un poquito mejor nuestros días a pesar de estar separados por la distancia.

Cielo de atardecer en Nopaltepec.
Cielo de atardecer en Nopaltepec. La última luz del día pinta el cielo y las nubes en bellos tonos.

Para concluir

Del mismo autor: Un hoy, vale dos mañanas

Por último, espero sean de su agrado las fotografías como el texto. Siempre los atardeceres como los amaneceres considero que son unos de los paisajes más espectaculares que podemos presenciar; por ello, nunca te olvides de mirar hacia arriba. Te invito a seguirme en mi Instagram para más fotografías y a puntuar este post, eso nos sería de mucha ayuda para mejorar. ¡Un saludo!

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Robertch

Comparto mi mirada en compañía de mi filosofía de vida.

6 respuestas

  1. Muy chulas las fotos. Y gran consejo: mirar hacia arriba de vez en cuando. En la ciudad, yo muchas veces me relajo viendo como las copas de los árboles se mecen con la brisa. Un abrazo.

    1. ¡Muchas gracias!, Así es, siempre es importante mirar hacia arriba, salir un poco del rango visual general, ¡un abrazo!

    1. Mirar hacía arriba no solo me acerca a mis hermanos que viven en otro lugar sino también a mis seres queridos ya fallecidos con la creencia que ellos están allí dirigiendo mi existir. Con mucho amor agradezco tu sensibilidad ante tal acontecimiento el cielo y sus bellos colores, por lo que nos la trasmites. Muchas felicidades

    2. Me es grato transmitirte tan fuerte sentimiento a través de mis escritos, muchas gracias! Y un fuerte abrazo!

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