La fotografía como bien sabemos es un momento en el tiempo capturado por un mecanismo. Un instante en el tiempo congelado para la posteridad. Pero no solamente eso, es una serie de decisiones previas a la captura.
Antes de capturar una foto existe una serie de decisiones como el encuadre, la apertura, el objeto que capturaras etc. pero más allá de eso como en la fotografía siguiente:
Estuve a 3 minutos de no obtener esta toma ¿por qué? Me encontraba sentado en mi sala viendo una serie en Netflix, fui por un vaso de agua si no mal recuerdo y al regresar y observar a través de la ventana me percaté de un cielo bastante peculiar lleno de colores maravillosos y forma aborregada surreal. No sabía que hacer, tomar la fotografía, sacar el celular para ello, correr por mi cámara, o solo atesorarlo en mi memoria. Decidí correr por mi cámara, subir frenético las escaleras que te llevan a la azotea y en cuestión de segundos estaba tomando la fotografía.
Un par de minutos después de capturarla anocheció.
Si la hubiera pensado más, este precioso cielo hubiera quedado únicamente en mi recuerdo, ya que desde ese día no he tenido la oportunidad de ver otro igual.
La vida es eso, como en la fotografía, instantes, momentos. Por ello debemos vivir sin pensar demasiado, solo dejarnos llevar por esta corriente de mar.
