Tomemos un momento para apreciar la belleza de la oscuridad. La oscuridad puede dar miedo, pero también puede ser pacífica y tranquilizadora. Es un momento en el que podemos reflexionar, descansar y recargar energías.
En la oscuridad, podemos ver las estrellas titilantes y la luna brillante, recordándonos la inmensidad del universo. También podemos apreciar la belleza sutil de nuestro entorno, notando cosas que quizás no hayamos visto durante el día.
![Luces, y oscuridad.](https://hermeneutas.com/wp-content/uploads/2023/04/luces-y-obscuridad-jpg.webp)
Así que abracemos la oscuridad y encontremos la belleza en ella. Ya sea dando un paseo nocturno, mirando las estrellas o simplemente disfrutando de un momento de tranquilidad a solas, apreciemos el poder y la maravilla de la oscuridad.